miércoles, 23 de marzo de 2011

LA GRAN DECEPCIÓN. ESTAMOS EN GUERRA

LA GRAN DECEPCIÓN



Mi silencio es imperdonable habiendo tanto que decir. Zapatero nos ha traicionado y nos lleva a la guerra. Una vez más perdemos los ciudadanos, españoles en un caso y libios en otros. En toda guerra mueren inocentes, ciudadanos de uno y otro bando, niños, mujeres, muere la posibilidad de convivir y respetar la autodeterminación de los pueblos. Vivimos en modernas dictaduras donde nos hacen creer que somos representados por nuestros políticos, que únicamente representan los intereses económicos de unos, muy pocos ciudadanos poderosos. Comprendo por qué los presupuestos de salud y educación siempre son más bajos de lo necesario, en las guerras sólo mandan las bombas, tener el arma más poderosa que el enemigo, no importa ni el bienestar ni el grado de cultura de las personas, sólo disparar más rápido.
Me siento tan decepcionada, eso me pasa por creer que había políticos diferentes, por pensar que la globalización aún no había invadido todos los corazones. No es así. Nos vuelven a llevar a una guerra que nada tiene que ver con nosotros, nos vuelven a poner en riesgo, vuelven a utilizar el dinero que necesitamos para generar empleo, más universidades, más colegios, más hospitales, para comprar más bombas usadas al servicio de algún país que se cree el dueño del mundo.
No a la guerra. Y nadie nos escuchó. Misión humanitaria y murieron miles de niños que iban a la escuela, hombres abrazados a sus mujeres que sólo querían un poco de libertad. Volvieron a embarcarnos en una guerra injusta que sólo pretende quedarse con el petróleo de otros. Aquí estamos, en nuestras casas, callados, impasibles ante cualquier injusticia, amordazados por la sociedad que nosotros mismos hemos creado. Luego nos tumbaremos en algún diván de un psicoanalista y lloraremos por nuestra mediocridad.

Helena Trujillo, psicoanalista

domingo, 13 de marzo de 2011

Recital Poético Musical en Benalmádena, Fiesta Grupo cero

EXITOSO Y DIVERTIDO RECITAL POÉTICO MUSICAL DIRIGIDO POR EL POETA
MIGUEL OSCAR MENASSA EN BENALMÁDENA

El poeta Miguel Menassa deleitando a los asistentes con sus versos

El grupo musical Indios Grises

Integrantes de los talleres de poesía Grupo Cero recitando los Poetas Andaluces de Alberti

El poeta Miguel Oscar Menassa leyendo versos del libro El hombre y yo



sábado, 12 de marzo de 2011

Crónica de un encuentro: Psicoanálisis en la cultura

PSICOANÁLISIS EN LA CULTURA,
Málaga 11 de Marzo de 2011 por Helena Trujillo

Dr. Miguel Oscar Menassa y Helena Trujillo


La crónica de la charla-coloquio de la tarde del viernes 11 de marzo en Ámbito Cultural de Málaga puede resumirse en esta frase: “Un coloquio que hizo un bien a la cultura”. Nos encontramos ante un auditorio muy concurrido, a pesar de la tarde lluviosa, deseoso de encontrarse con los binomios Psicoanálisis-Cultura, Menassa-Trujillo. Contamos entre el público con la presencia del propio Delegado de Cultura de la capital malagueña. El discurso de los ponentes se fue produciendo alrededor de a una conversación-entrevista, donde aprovechando la presencia del Director de la Escuela Grupo Cero y poeta Dr. Miguel Oscar Menassa, Helena Trujillo trazó una serie de cuestionamientos en torno al papel que la disciplina psicoanalítica juega y debería jugar en la cultura contemporánea.
Cuando hablamos de cultura muchos piensan exclusivamente en tendencias artísticas, literatura, artes escénicas, cine… pero olvidan que cultura es educación, cultura es salud, cultura es un modo de hacer política. En el discurso no podíamos dejar atrás la situación que viven las sociedades modernas, no sólo la crisis económica y financiera, sino como destacaba el propio Dr. Menassa la fundamental crisis de valores y confianza de nuestra sociedad, crisis que se cimenta en la falta de inversión en salud y educación por parte de los Estados. Cultura no es entretenimiento como observador, cultura es participación activa en la creación, es pintar, es escribir, es hacer cine. Los Estados y las Instituciones se olvidan o se quieren olvidar de promover entre los ciudadanos un movimiento hacia la producción cultural, se limitan a educarnos en “se mira, pero no se toca”.
La decadencia social no está en que se vendan más o menos pisos, en que el mercado de valores cotice o no a la baja. La decadencia está en que los ciudadanos vivan alejados de lo que es la propia vida humana: la capacidad de sublimar. Poder convertir la energía psíquica en un producto social generador de transformación personal y satisfacción. La decadencia es demonizar el concepto de trabajo que ya Freud anunciaba como camino a la felicidad. La cultura no puede ser cosa de élites, debe estar al alcance de cualquier ciudadano, porque en el camino de la cultura está la salud, la prevención de enfermedades, el trato digno a los pacientes, educadores que dejen crecer a los jóvenes, una sociedad donde se vuelva a tener confianza en las instituciones.

Público asistente

Los ponentes



Vídeo de la charla: